Bass Rock, la mayor colonia de alcatraces atlánticos |
Bass Rock está escrito en letras mayúsculas en la naturaleza
mundial. Si el paseo de la Fama de Hollywood contuviera lugares iconos en la
naturaleza, Bass Rock tendría sin duda su estrella. Y no una estrella
cualquiera.
Esta enorme roca basáltica emerge en la costa Este escocesa
dentro del fiordo Firfth of Forth. Forma parte de un pequeño archipiélago frente
al pueblo de North Berwick, a unos 40 minutos de Edimburgo. El archipiélago
está formado por cinco islas principales y un puñado de pequeños islotes. Cada
isla es diferente, las hay planas y herbosas como Craigleigth o Frida, la “isla
de los Frailecillos” y la del “mapa del tesoro” de Stevenson respectivamente, la
de mayor tamaño y bastante plana: May, la rocosa The Lamb, o la más alta y
escarpada, que es Bass Rock.
Llegan a juntarse 150.000 alcatraces para reproducirse |
En el puerto de North Berwick se encuentra además la sede
del Scottish Seabird Centre, un moderno edificio que alberga las oficinas de la
mencionada sociedad escocesa de aves marinas pero que sobre todo es un magnífico
y moderno centro de interpretación con tienda y restaurante. También el centro
desde donde se organizan y parten las excursiones para visitar The Lamb, Craigleigth,
Bass Rock y May. A la isla de May se organizan salidas de unas 4 horas en las
que se puede desembarcar y estar alrededor de un par de horas en tierra rodeado
de frailecillos, alcas, araos y charranes. En The Lamb, Craileigh y Bass Rock
no se desembarca. Ambas forman parte de una misma excursión (de aproximadamente
una hora de navegación) que rodea el perímetro de las islas. Existe la opción
de desembarcar en Bass Rock, dentro de la excursión que va directo a esta isla
y, si las condiciones lo permiten, poner pie a tierra un rato. Más info sobre
las excursiones.
Bass Rock teñida de blanco, pero no precisamente de nieve... |
A pesar de que Bass Rock parece tocarse con la mano desde
tierra, no son pocas las ocasiones en las que las condiciones meteorológicas
impiden al barco realizar tan deseada excursión. El principal problema es el
viento y la mayor certeza de que el bote parta es cuando éste sopla del sur.
Sólo así, y no siempre, el mar se encuentra en condiciones navegables. En
Escocia la seguridad es lo primero y ante el más mínimo riesgo, se aplaza la
navegación (si se cancela te dan plaza en la primera salida que haya).
No cabe ni un alfiler... |
¿Qué tiene de particular Bass Rock? Pues nada más y nada
menos que albergar entre mayo y septiembre, la mayor colonia reproductora de
Alcatraces atlánticos del planeta. Llegan a juntarse hasta 150.000 alcatraces
en un espectáculo sin parangón. Sin duda en el Top Ten de los destinos
mundiales de Birdwatching.
¿Por qué vienen cada año a este islote escocés? Es sencillo,
encuentran todo lo que necesitan: mucho alimento (al fin y al cabo la razón más
importante en toda migración animal), la seguridad frente a depredadores
terrestres que le confiere criar en una isla, no son molestados por el hombre,
abundan los buenos sitios para hacer el nido (en plena temporada de
reproducción, no cabe ni un alfiler entre nido y nido) y, algo fundamental en
esa época del año, son meses con mayor cantidad de horas de luz que se traducen
en más tiempo para pescar y alimentarse. Con todo ello no es de extrañar que ya
desde tierra firme, la isla se vea teñida de blanco, el blanco puro del plumaje
de los alcatraces posados en sus nidos.
Araos en Bass Rock |
Una vez concluido en primer lugar el rodeo a la isla Craighleight
(a la que ya dediqué este post), a medida que el barco se acerca a Bass Rock el
ir y venir de alcatraces que rodean la embarcación es incesante. Una vez frente
a la descomunal pared basáltica, la sensación es indescriptible. Miles, decenas
de miles de gigantes alados copan cualquier lugar al que se mire. Vuelos casi
rasantes sobre la cabeza, entradas en picado al agua para pescar, etc. También
viven en la isla araos, alcas, y cormoranes o algún frailecillo, pero son
colonias diminutas comparadas con la abrumadora presencia de los alcatraces. Basta
con ver su nombre científico (Morus bassanus) para entender que su apellido latino –bass… ana- está más que justificado y quien es el verdadero
protagonista alado en la isla. A finales de septiembre ya casi no quedan aves
en la Bass Rock. Marchan en su periplo viajero de 6.000 kilómetros rumbo a África
pero, a primeros de mayo, como hacen las oscuras golondrinas de Bécquer, regresarán
los blancos alcatraces a su casa, la que sin duda es la otra isla de Alcatraz. Absolutamente
espectacular!!