Llegar
a la península de Samaná, en la República Dominicana, en avión tiene
una grata sorpresa incluida en el precio: sobrevolar el parque nacional de Los Haitises.
Volando
desde Santo Domingo o desde Punta Cana/Playa Bávaro, desde donde parten vuelos
en avionetas o en pequeños aviones a diario, especialmente en época deballenas, para regresar en el día, ofrece la oportunidad de disfrutar de una aérea
perspectiva del mar de mogotes dominicano. Los mogotes son montículos de origen
calizo tapizados por selva que recorrer por tierra, en este caso, es casi
imposible. La orografía dominicana en la orilla sureste de la bahía de Samaná,
frente al pueblo homónimo, es particularmente compleja en este vasto parque
nacional. El acceso es marítimo. Saliendo de Samaná (o Sabana de la Mar) y
dependiendo del tipo de embarcación, aproximadamente 30 minutos después se
llega a la costa de Los Haitises. El mar de agua se continúa con un mar de montículos.
La primera línea de mogotes impide la visión del horizonte, algo que sólo es
posible apreciar desde el aire.
Os recordarán a otros paisajes caribeños como el valle de Viñales en Cuba o el de los mogotes del norte de Puerto Rico.
Los
Haitises se hicieron famosos en España por servir de plató natural a las primeras
ediciones del programa televisivo “La playa de los famosos”, pero hace tiempo
que su verdadero interés: el biológico mereció su protección (1976) como uno de
los espacios naturales bandera de la naturaleza y biodiversidad caribeña. En
este parque nacional de 208
kilómetros cuadrados abundan las dolinas, las cuevas (algunas con
grabados taínos), los ríos subterráneos, los manglares y el bosque tropical húmedo.
Las
primeras visiones desde el mar dejan sin palabras al visitante, que puede
desembarcar en algunos puntos concretos y caminar entre el manglar, visitar
alguna de las cuevas o simplemente disfrutar de los cayos y de la riqueza
ornitológica de lugares como el cayo de los Pájaros. Con ese nombre os podéis hacer
una idea de la cantidad de pelícanos –entre otras especies- que alberga. No paséis
por alto una visita a la Bahía de San Lorenzo y sus pequeñas islas e islotes,
sobre los que revolotean permanentemente las fragatas (tijeretas) y los pelícanos.
De vez en cuando se posan en los copeys para seguir con su sobrevuelo
incesante, como ocurre en el cayo de los Pájaros.
En Los
Haitises crece uno de los mayores manglares del Caribe, formado por mangle rojo
y mangle blanco. El bosque subacuático de mangles cuenta con el manatí en tres
sus más distinguidos habitantes. También destaca el pequeño solenodonte -mamífero
endémico-, un buen número de reptiles, varias especies de tortugas marinas y
110 especies de aves.