miércoles, 24 de noviembre de 2010

Safari en elefante por Chitwan, el mejor parque de Nepal.


Desde lo alto de un elefante las cosas se ven diferentes. Ofrece la fortaleza y la seguridad necesarias para adentrarse en la selva en busca del tigre de Bengala. Es como buscar una aguja en un pajar, pero es sin duda la mejor forma de hacerlo. En realidad son 125 las “agujas” desperdigadas en un pajar de 932 kilómetros cuadrados, la superficie del parque nacional Royal Chitwan, localizado al sur de Nepal. Es difícil pero vamos a intentar encontrarla…


Acabo de regresar de Nepal y allí, de momento, la selva e internet no son muy compatibles (por suerte, en muchos casos). No he podido por tanto compartir con vosotros las inmersiones en la impresionante naturaleza nepalí que he tenido la fortuna de hacer estos días atrás. La primera experiencia que quiero contaros es la de realizar un safari desde los lomos de un elefante.

Como bien decía antes el elefante asiático (igual que en algunos lugares del continente negro se hace con su pariente el elefante africano) es la mejor manera de ir en busca de fauna salvaje. Es el verdadero rey de la selva, al que todos respetan, y el mejor 4x4.


El día comienza pronto en Chitwan. En ésta época del año (octubre y noviembre son los mejores meses climatológicamente hablando para visitar Nepal) amanece a las 6,30 h. de la mañana. A las seis y media en punto me dispongo a subir a la silla-cesta de 4 plazas que tiene el elefante en su lomo y que espera cargar con sendas personas para comenzar el safari. Ya estamos los cuatro arriba. Nuestra particular manada está compuesta por siete elefantas y una cría que no se separará ni un minuto de la madre en las próximas dos horas de safari.
El primer momento intenso se produce nada más llegar a la orilla del río Rapti –junto al Narayani, los dos principales ríos del parque nacional-. Los elefantes no dudan en meterse en el agua (les encanta) para cruzar a la otra orilla, ya dentro de los límites del parque, y adentrarnos en la selva en busca de tigres y rinocerontes asiáticos. Una densa niebla cubre a estas horas el río, lo que produce una belleza añadida a estos momentos de suspense en el entorno selvático en busca del gran felino… En la otra orilla nos recibe una selva cerrada. La mandada se separa en busca de fauna, peinando la zona habrá más posibilidades de encontrar algo. En el dosel se escuchan incesantes miles de pájaros. También algunos monos (macacos o langures) se dejan oír y unos cuantos chitales (una de las cuatro especies de ciervo presentes) salen corriendo nuestro paso.


Muy pronto nos encontramos con uno de los platos fuertes de Chitwan, el rinoceronte asiático de un cuerno. Uno de los elefantes lo ha localizado entre el follaje selvático y avisa al resto. La presencia de los paquidermos hace que el rinoceronte salga a la orilla de un regato afluente del Rapti y busque la “seguridad” del agua. Es una especie mucho más hidrófila que los rinocerontes africanos. Aguas arriba del riachuelo hay dos rinocerontes más. Pasamos un buen rato fotografiándolos mientras el cuidador hace girar la posición del bien adiestrado elefante para que ninguno de los cuatro pasajeros pierda detalle de la escena.
Cruzamos el regato en el que sacia su sed un joven sambar y salimos a terreno más despejado con la esperanza de toparnos con algún tigre. El último se ha visto hace 10 días en este mismo sitio. Despejado de selva pero cubierto por hierbas de hasta 8 metros de altura. Suerte que el elefante se encarga de abrir camino… los pavos reales alzan el vuelo asustados a nuestro paso. Pasamos un rato buscando pero no hay suerte. Es hora de regresar al lodge. Quizá en el safari de la tarde…
En el parque nacional hay censados 408 rinocerontes y 125 tigres. También hay leopardos y el agresivo oso perezoso (no confundir con el perezoso americano). Ambos felinos, por su carácter nocturno y solitario, son muy difíciles de observar… por hoy hemos de contentarnos, que no es poco, con el encuentro con el gran rinoceronte asiático. La experiencia ha valido sin duda la pena.



MEJOR ÉPOCA: Octubre a enero. Preferentemente noviembre. Temperaturas primaverales que rondan los 20-25 ºC y cielos azules.

CONSEJOS FOTOGRÁFICOS: Un objetivo corto y luminoso para las fotografías en el interior de la selva. Los elefantes no detienen su paso (salvo que se lo indiquemos al cuidador) así que buena parte de las fotos del safari se realizan en marcha con el movimiento del elefante.
Un objetivo largo de 200 ó 300 mm. es suficiente para la fauna, a la que los elefantes se acercan bastante.

5 comentarios:

  1. Tiene que ser un lugar maravilloso. Unas fotos preciosas.

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  2. Jaime Olivella Gallego25 de noviembre de 2010, 0:44

    Si tiene al escaso rinoceronte indio entre sus moradores no me cabe duda de que sí es el mejor parque nacional del Nepal.

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  3. estoy preparando ir en mayo a chitwan me podrias decir con quien puedo contratar una excursion para montar en elefante y precios de paquetes
    mi correo es bobishine@hotmail.com

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  4. Impresionante el safari en elefante. Yo lo disfruté un montón, te dejo mis impresiones http://www.blogenblanco.com/2012/07/el-mundo-visto-desde-un-elefante.html

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    1. Buen post Blog en Blanco, se nota que lo disfrutaste un montón. Saludos.

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