sábado, 19 de noviembre de 2011

Las iguanas marinas de las islas Galápagos

Las iguanas marinas son uno de los valores naturales más importantes de Galápagos.


Tras una odisea por medio mundo, el Beagle atracaba en las costas de las islas Galápagos. Lo que iba a ser una parada más en su periplo viajero alrededor del mundo iba a convertirse en un antes y después en la biología. Un cambio en el planteamiento, la filosofía y la mentalidad sobre la evolución.

Tras un mes circunnavegando el archipiélago ecuatoriano, Charles Darwin decidió desembarcar junto a Covington, Byone y dos marineros para acampar una semana en la playa de la isla de San Salvador y allí cambió su vida para siempre. Según sus palabras: “Aquí, tanto en el espacio como en el tiempo, tenemos la sensación de que estamos algo más cerca de ese gran acontecimiento –ese misterio de los misterios-, que es la aparición de los nuevos seres sobre la Tierra”. Coincido plenamente con él. Nada más poner mis pies en las islas Galápagos sentí que estaba en otro mundo, en un cuento donde la naturaleza se muestra como tal, con especies que parecen de otro tiempo, que no se asustan por nada y que encuentran el hábitat ideal en estas islas cuya máxima belleza radica en la rareza. Las Galápagos o islas encantadas son diferentes al resto de lugares que he visitado. Un lugar único en todos los sentidos.


Enorme macho de iguana en Santa Fé.

Aunque el despegue de la teoría de la evolución lo basó Darwin en los pinzones que habitaban las islas, todo empezó en realidad cuando observó seres hasta la fecha desconocidos y según él, antediluvianos. Tortugas gigantes, cormoranes sin alas, y unos "seres con aspecto de dragones, más negros que la lava", y que no dudó en bautizar como “diablillos de las tinieblas”. Eran en realidad iguanas marinas y las podían ver bucear, sumergirse durante largos periodos de tiempo e incluso comer las algas del fondo marino a través del agua cristalina. Las había a millares, como también sus hermanas terrestres, que no tocaban el agua.

Aunque tardó un tiempo en plasmarlo en papel y publicarlo en El Origen de las Especies, lo observado durante esa semana en la playa de San Salvador rompió para siempre los esquemas de la biología.

Iguana terrestre.


Las iguanas marinas (Amblyrhynchus cristatus) son uno de los mayores atractivos del parque nacional de las islas Galápagos. Son más grandes que sus parientes las iguanas terrestres con las que sólo hibrida –constituyendo individuos estériles y de corta esperanza de vida- en la isla Plaza sur. Las iguanas marinas alcanzan hasta 1 metro y medio y presentan diferentes subespecies, de diferentes tamaños, en las islas Isabela, Santa Cruz, Fernandina, San Cristóbal, Santiago, Pinta, Genovesa, Gardner y Española.

Grupo de iguanas marinas en La Española.


Las iguanas terrestres presentan en cambio dos especies diferentes (Conolophus subcristatus) de hasta 1 metro de longitud y distribuida a lo largo de todo el archipiélago y la iguana galapagueña (Conolophus pallidus), exclusiva de la isla Santa Fé, y que puede alcanzar el metro y veinte centímetros. Durante los paseos fotográficos por las islas las inofensivas iguanas se cruzan y detienen en el camino, ajenas a cualquier peligro y dejándose fotografiar a nuestro antojo.

En pocos lugares he tenido la sensación de paz, de calma, que he percibido en estas islas y gracias a este científico puse mis sueños en este lugar. Thank you Mr. Darwin.

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