martes, 16 de agosto de 2016

Reserva de la Biosfera de Muniellos

Oso pardo cantábrico

Las casi 56.000 hectáreas de la Reserva de la Biosfera de Muniellos dan para mucho. Es complicado elegir entre tanto aliciente natural convertido en la más pura tentación: ¿recorrer el mayor hayedo de Asturias?, ¿adentrarse en el más extenso robledal de la península ibérica?, ¿Realizar esperas para la observación de oso en el espacio natural con la mayor población de este plantígrado cantábrico?, ¿intentar ver lobos?...

Como en cuestiones naturales me dejo tentar fácilmente decidí disfruta éstas y otras muchas opciones de ecoturismo en la mayor Reserva de la Biosfera de Asturias. Trataré de resumíroslas en este post. No es fácil.
Bosque de Muniellos

Si sois de los que os decantáis por la flora, dos son los lugares que indefectiblemente debéis visitar. Por una parte el Hayedo de Hermo, el mayor de cuantos crecen en Asturias. Sorprende la dimensión de esta mancha forestal (más de 1.500 hectáreas) y sorprende casi aún más que se encuentre en “territorio roble”, pues las hayas son más propias del centro y sobre todo el oriente asturiano, donde el estío es más pródigo en precipitaciones. Existen varias sendas y caminos que recorren el hayedo del Monte del Hermo.
En el interior del bosque...

Por otra parte se encuentra el Bosque de Muniellos, el alma mater de la naturaleza del Parque Natural Fuentes del Narcea, Degaña eIbias y Reserva de la Biosfera de Muniellos. Este bosque puede presumir de ser el mayor y mejor conservado robledal atlántico de la península Ibérica, aunque no son sólo robles albares los que crecen en su seno (avellanos, acebos, sauces, arces, hayas, abedules, etc.). No olvidéis que es preciso gestionar previamente a la visita, un permiso para poder acceder a las dos rutas (río y lagunas) de esta preciada joya de la natura ibérica.

Otra propuesta, en este caso geológica, es conocer el paisaje geológico de esta porción de Asturias. Viniendo de oriente y centro del Principado, llama la atención que la roca es sustancialmente diferente a la observada hasta ahora. Es terreno silíceo de pizarras, cuarcitas y areniscas. Saber interpretar y leer el paisaje ayuda a entender el porqué de las formaciones vegetales y su fauna asociada.

Y si preferís fauna, dos son las propuestas estrella en esta Reserva de la Biosfera: el oso y el lobo. El parque natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias alberga el principal núcleo de una población occidental de osos pardos cantábricos que en el último censo oficial (2015) establece en una horquilla de 190-220 osos de los 230-260 ejemplares totales de oso pardo cantábrico. La mejor cifra en muuuuchos años. Existen dos empresas locales (Natur y Quei Vitorino) que harán las delicias de quienes, como yo, os pongáis en sus manos para la observación de oso. También de lobo, mucho más escaso y difícil de observar pero cuyo avistamiento resulta igual de gratificante.


La Reserva de la Biosfera de Muniellos fue, junto con la de Somiedo, la primera en ser declarada en el Principado de Asturias (2000). Y van seis. El Bosque de Muniellos fue el germen, el simiente plantado en 1982 como Reserva Biológica Nacional (previo Paisaje Pintoresco en el año 74) y que posteriormente se amplió hasta englobar la vasta superficie actual del parque natural de Fuentes de Narcea, Degaña e Ibias (2002). Poca población, grandes paisajes rurales y naturales y mucha vida salvaje en este rinconcito del Paraíso Natural asturiano.

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