La cueva está perfectamente acondicionada para la visita turística. |
En los cerca de 2.000 islotes rocosos que salpican la Bahía de Halong, en Vietnam, existen multitud de sorpresas. Tapizados en la mayoría de los casos por vegetación selvática –como el cercano parque nacional de Cat Ba-, albergan una interesante biodiversidad de flora y fauna. El interior de esa roca caliza sin embargo, no es un monolito macizo sino que posee infinidad de fisuras y oquedades horadadas por la erosión sobre la roca con el habitual proceso de erosión kársticas. En algunos de ellos existen pequeñas grutas y, en algunos de los más grandes, auténticas galerías.
Segunda sala de las tres que posee esta gran cueva vietnamita. |
Tal es el caso de la cueva Hang Sung Shot, traducida algo así como la “cueva del aturdimiento”. Los franceses la denominaron “cueva de la Surprise”. De sobra es conocida la tendencia que se tiene en cualquier parte del mundo de poner nombre a las formas de las rocas, estalactitas y estalagmitas; aquí no podía ser menos, de forma que la cueva es célebre porque en su interior existe una pequeña roca con forma de pene. Este miembro viril se encuentra en la primera de las tres salas de la cueva.
Bahía de Halong desde la entrada a la cueva. |
Formas rocosas aparte, la cueva se encuentra dentro de las paradas imprescindibles en cualquier crucero por la bahía. Todos los juncos la tienen programada en sus visitas a tierra. Aunque en mi opinión demasiado acondicionada (luces de colores incluida) para el turismo, no deja de ser una buena oportunidad de adentrarse en las entrañas de una de las célebres montañas que emergen en una de las bahías más famosas y espectaculares del mundo.
Otras de las cuevas más célebres repartidas por la bahía y que se visitan turísticamente son: Hang Dau Go (cueva de la Madera Escondida), Hang Thieng Cung (gruta del Palacio Celestial), Dong Tam Cung (cueva de los tres Palacios), Hang Bo Nau (cueva Pelícano) y Hang Trong (cueva Tambor).
Acceso a la primera sala. |
También es cierto que a lo largo del crucero, tuve ocasión de visitar cuevas más naturales, sin acondicionamiento; aunque no de estas dimensiones, claro.
Navegando entre los célebres islotes de Halong bay. |
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