La cascada más alta del mundo lleva su apellido. |
El 9 de octubre de 1937 la avioneta de James Crawford Angel -Jimmy Angel- tocaba la cima del Auyán-tepui. Era la primera vez que un ser humano hollaba el Auyán. El tren de aterrizaje se partió en tan osada maniobra y la avioneta quedó inservible para despegar. No había alternativa, había que salir a pie.
Casi medio mes tardaron el explorador Jimmy Angel y sus compañeros de expedición en encontrar el único camino de bajada y descender de la cima del Auyán-tepui hasta el campamento Uruyén, donde esperaba Félix Cardona. Sólo tenían víveres para una semana. Pero esta historia comienza unos años antes…
Casi medio mes tardaron el explorador Jimmy Angel y sus compañeros de expedición en encontrar el único camino de bajada y descender de la cima del Auyán-tepui hasta el campamento Uruyén, donde esperaba Félix Cardona. Sólo tenían víveres para una semana. Pero esta historia comienza unos años antes…
All Williams y John McCraken fueron dos viejos buscadores de oro escoceses que a comienzos del siglo XX dieron con el preciado metal y diamantes en el lecho de un río en el corazón de la Gran Sabana. All Williams murió en el viaje de regreso en la laguna de Canaima, pero John McCraken tenía claro que habría de regresar a la mina. Si en el lecho había riqueza, mucha más habría en la cima desde la que se desplomaba el curso de agua. Imposible acceder a pie, para ello necesitaba la pericia de un piloto capaz de aterrizar en la cumbre de aquel tepui…
El Rey del CieloJimmy Angel fue probablemente el mejor piloto de la historia. El Rey del Cielo lo apodaban. Piloto personal de Lawrence de Arabia y compañero de escuadrilla en la 1ª Guerra Mundial del célebre aviador Roland Garros. Llegó a la Gran Sabana atraído por la riqueza del oro y los diamantes en compañía del explorador escocés John McCraken, quien le localizó y contrató en Panamá para tal misión.
El Rey del CieloJimmy Angel fue probablemente el mejor piloto de la historia. El Rey del Cielo lo apodaban. Piloto personal de Lawrence de Arabia y compañero de escuadrilla en la 1ª Guerra Mundial del célebre aviador Roland Garros. Llegó a la Gran Sabana atraído por la riqueza del oro y los diamantes en compañía del explorador escocés John McCraken, quien le localizó y contrató en Panamá para tal misión.
Auyán Tepui, el salto se precipita entre las nubes. |
Jimmy Angel y John McCraken aterrizaron en la cima del tepui. Dieron varias vueltas y sobrevolaron algunos tepuyes antes de hacerlo, pero al final lo lograron. El explorador escocés dio con el yacimiento mientras Jimmy preparaba la avioneta para el despegue en una mañana de densa niebla. Cargados de fortuna emprendieron el regreso a casa.
Jimmy Angel también regresó. McCraken, ya mayor y retirado, le cedió el yacimiento, así que años más tarde, en 1935, Jimmy Angel intentaría dar de nuevo con la mina siguiendo las indicaciones dejadas por el explorador escocés y lo que vagamente recordaba debido a las nieblas y al paso de los años. Sobrevoló la Gran Sabana en varias ocasiones en busca del lugar en el que había aterrizado en compañía de McCraken, pero era una época en la que “al sur del Orinoco” nada se conocía; no había apenas información y mucho menos mapas fiables. Fue en uno de esos vuelos cuando se topó con el salto de agua que hoy lleva su nombre. Estaba convencido de que ése era el lugar.
Realizó varios sobrevuelos del espectacular salto de agua en compañía del español Félix Cardona Puig, el primer occidental –junto a Mundó Freixas- en ver con sus ojos la mayor cascada del mundo en 1927.
Estaba decidido a montar una pequeña expedición y Félix Cardona iría con él. En esta ocasión le acompañaban su esposa, los montañeros venezolanos Miguel Delgado y Gustavo “Cabullas” Henry, y el español Félix Cardona Puig. Cardona se quedaría esperando aquel 9 de octubre en el campamento base que tantas veces había utilizado Jimmy en sus sobrevuelos. Amaneció despejado y todo apuntaba a que era el momento propicio. El momento si, pero no el lugar…
Se equivocó. Era la primera vez que Jimmy pisaba el Auyán-Tepui. Un error topográfico le llevó a un tepui equivocado, no era en el que había aterrizado y despegado aquel brumoso día de 1922, pero a cambio descubrió la cascada más impresionante de cuantas existen.
Sólo gracias a la pericia y experiencia montañera de los venezolanos pudieron descender con éxito de la cumbre.
La avioneta permaneció abandonada en la cima hasta que muchos años después fue trasladada en helicóptero hasta Ciudad Bolívar, donde se expone actualmente.
Realizó varios sobrevuelos del espectacular salto de agua en compañía del español Félix Cardona Puig, el primer occidental –junto a Mundó Freixas- en ver con sus ojos la mayor cascada del mundo en 1927.
Estaba decidido a montar una pequeña expedición y Félix Cardona iría con él. En esta ocasión le acompañaban su esposa, los montañeros venezolanos Miguel Delgado y Gustavo “Cabullas” Henry, y el español Félix Cardona Puig. Cardona se quedaría esperando aquel 9 de octubre en el campamento base que tantas veces había utilizado Jimmy en sus sobrevuelos. Amaneció despejado y todo apuntaba a que era el momento propicio. El momento si, pero no el lugar…
Se equivocó. Era la primera vez que Jimmy pisaba el Auyán-Tepui. Un error topográfico le llevó a un tepui equivocado, no era en el que había aterrizado y despegado aquel brumoso día de 1922, pero a cambio descubrió la cascada más impresionante de cuantas existen.
Sólo gracias a la pericia y experiencia montañera de los venezolanos pudieron descender con éxito de la cumbre.
La avioneta permaneció abandonada en la cima hasta que muchos años después fue trasladada en helicóptero hasta Ciudad Bolívar, donde se expone actualmente.
Indígena pemón frente al salto. |
El Salto Angel
Del Salto Angel sólo caben decir adjetivos superlativos. Una de las obras de arte de la naturaleza y, esto es valoración personal, la catarata más impresionante de cuantas existen. No sólo es la más alta, también la más impresionante por encima de otras como Iguazú o Victoria, que no es poca cosa. Supongo será el entorno en el que se encuentra, y que cuando uno la tiene frente a sus ojos no puede evitar verla en ese enclave montañoso, selvático…, en ese paisaje sublime, en definitiva, de la Gran Sabana de Venezuela y el parque nacional Canaima.
Hasta su primera medición oficial llevada a cabo por una expedición de National Geographic, los rumores la llegaron a cifrar incluso en 1.600 metros de altura. Lo que si tuvo Jimmy Angel claro desde el primer momento es que era descomunal, en torno a 1 kilómetro de altura –como calculó por el altímetro de su avioneta-. Se equivocó por muy poco. ¡¡¡979 metros de altura!!. La cascada más alta del mundo.
¿Cómo llegar hasta el Salto Angel? sólo es posible disfrutar de esta maravilla de dos formas: o bien desde el aire o bien accediendo por río. En Canaima, la localidad más próxima al Salto Angel, existen empresas que organizan vuelos panorámicos en helicóptero y avioneta. No son baratos (sobre 200-300 dólares) pero os garantizo que ver la Gran Sabana, el Auyán-tepui y el Salto Angel no tiene precio. Es la forma más rápida.
La segunda es la navegación fluvial remontando primero el río Carrao y luego el río Churún hasta la isla Ratón. En la isla se desembarca y se camina unos 15 minutos por la selva hasta el balcón natural donde se encuentra el mirador Laime, frente al Salto Angel. También se puede contratar en las empresas de aventura y ecoturismo que existen en Canaima y suele durar 3 días con pernoctación en campamento selvático incluida. No me negaréis que la experiencia promete. Esos 3 días en la selva, dejándonos envolver progresivamente por el ambiente, hace que la percepción de la catarata cobre todavía más fuerza. Os lo recomiendo fervientemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario