Isola Bella desde el mirador Guardiola Vecchia, en Taormina. |
Isola
Bella es una reserva natural de gran relevancia y
popularidad en la isla de Sicilia. Se encuentra en la costa de Taormina, al
oeste de la isla italiana, en la población más bonita y turística de Sicilia.
La isla se puede “visitar” tanto por tierra
como por mar. Es cierto que la diminuta isla no es más que un islote en el que en
realidad no se puede poner pie a tierra, pero su estética, no puedo negarlo, es
bonita.
La curiosa torre de birdwatching |
Hasta su declaración como Reserva Natural pasó
por diferentes manos privadas. Quizá una de las más importantes fueron las de Lady Florence Trevelyan (1852-1907), construyó en los jardines de Taormina, una de las
primeras torres para birdwatching de
cuantas se tiene constancia en esto de la observación de aves. De estilo
arquitectónico peculiar, pasar largos ratos observando los pájaros que se
sentían atraídos por las numerosas especies de plantas de su jardín, era una de
sus principales aficiones. Tal vez la principal. La torre o castillo sigue en
pie en los bien conservados jardines y merecen una visita.
Otras grutas en la parte sur. |
Muy cerca de los jardines se disfruta de una
magnífica visión cenital de la isla desde un par de lugares estratégicos en el
pueblo de Taormina. Por un lado el mirador junto a la torre del reloj, en la
propia vía Umberto (la principal calle peatonal) y por otra parte desde el mirador
de Guardiola Vecchia, justo encima de
la isla.
Una vez disfrutada su localización “aérea”
decidí acercarme más al islote, y lo hice de dos formas: caminando cuando, en
marea baja, una lengua de arena y cantos rodados la unen a tierra cambiando por
momentos su condición insular por la de península, y también desde el mar. Para
la primera opción basta con bajar en teleférico desde la parte alta del pueblo
hasta la playa (unos 3 euros ida y vuelta) o bien ir en vehículo.
Grotta Azurra. |
Para la segunda alternativa, por vía acuática,
se organizan excursiones marítimas desde la propia playa o desde el cercano puerto
de Giardini Naxos. A la isla no se
puede desembarcar pero su visión exterior bien vale la pena. El resto de la
pequeña reserva se caracteriza por unas aguas de gran claridad y riqueza
marina. En las inmediaciones existen algunas cuevas que se pueden visitar para
realizar snorkelling y contemplar la fauna marina invertebrada aferrada a sus
paredes rocosas así como la ictiofauna asociada. La cueva más espectacular es
la grotta Azurra. La cueva azul. Se entra con el barco y en
las horas centrales del día la luz penetra por debajo y el agua adquiere una
tonalidad azul bellísima. Casi irreal. En los acantilados meridionales existen
otras cuevas, más pequeñas. En la navegación se puede llegar incluso hasta el cabo de San Alessio. En definitiva unas
panorámicas de la costa diferentes y siempre recomendables. También del Etna,
con la imagen del mar y el volcán que a tantos cruceristas atrae cada año hasta
el puerto de Giardini Naxos.
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