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Vista de Timanfaya desde el islote de Hilario. |
Realizar la ruta de los volcanes, en el parque nacional de Timanfaya (Lanzarote),
es lo más parecido a darse un paseo por la Luna. Pocos paisajes semejan tanto a
la superficie del satélite terrestre. El recorrido se extiende a lo largo de 12 kilómetros por una
estrecha carretera que se retuerce una y mil veces adaptándose a la difícil
orografía volcánica del paisaje. Estamos en el mismísimo corazón de las Montañas de Fuego (Timanfaya), donde
tuvo lugar la oleada de erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, una serie de
erupciones volcánicas especialmente violentas que dieron lugar al singular
paisaje de esta parte de la isla canaria.
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El Pajerito. |
Para realizar esta ruta guiada se emplean aproximadamente 45 minutos y
sólo puede realizarse en bus. La fragilidad del ecosistema y la masiva
afluencia de visitantes son las principales causas de que ésta sea la única
forma de visita. La pena es que los buses son cerrados y un constante
quebradero de cabeza para la fotografía (cristal y reflejos por medio).
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Hornito en el Manto de la Virgen. |
La ruta de los Volcanes comienza en el islote de Hilario, que recibe el nombre de un habitante de la isla
que vivió en ese lugar durante 50 años en compañía de su dromedario. El islote
de Hilario es el lugar donde se encuentra el restaurante, la tienda, el
aparcamiento y donde tienen lugar un par de demostraciones de las anomalías
geotérmicas que existen bajo nuestros pies. A 8-10 metros de profundidad
las temperaturas son de 380ºC
y a 11-13 metros
alcanzan los 610 ºC.
Con estas temperaturas no es de extrañar que al introducir un cubo de agua en
un sondeo en un par de segundos salga una columna de vapor de agua a modo de
geiser artificial o que, a un par de metros escasos de profundidad introduzcan
un matojo de aulaga y ésta se ponga a arder por combustión espontánea en apenas
unos segundos. Hay lugares en los que a ras de suelo se alcanzan los 110ºC. Temperaturas aparte,
el islote de Hilario se presenta como una porción de lavas antiguas rodeada de
lavas más recientes.
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A 8-10 metros de profundidad se alcanzan 380ºC. |
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Caldera del Corazoncillo desde las Montañas de Fuego. |
A lo largo del paseo por la Luna se pueden apreciar, casi a modo de
porfolio, los diferentes elementos y formaciones geológicas de Timanfaya,
además de las mejores panorámicas del parque nacional. Desde hornitos, conos,
cráteres, calderas, jameos, tubos volcánicos o coladas hasta los dos tipos de
lava (pahoe-hoe y aa). Por su espectacularidad destacan lugares (por orden de
paso) como el Manto de la Virgen, Montaña Rajada, las Calderas Quemadas, el
valle de la Tranquilidad (donde se puede ver la colonización vegetal desde
líquenes hasta juncos), la montaña de Timanfaya (y la vista sobre la caldera
del Corazoncillo) y el cráter del Pajerito. Impresionantes. Ni Neil Amstrong
vio tanto en menos de una hora.
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Valle de la Tranquilidad. |
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