Cuando uno viaja suele hacerlo a un destino previamente elegido y
cuando es con un viaje organizado, siguiendo un programa concreto con unas
visitas predeterminadas. Cuando se viaja por libre, hay mucha más flexibilidad
en el itinerario y el programa está generalmente más “abierto”. Usualmente son
perfiles de viajeros diferentes que buscan
cosas diferentes. En ambos casos suele haber a lo largo del viaje
lugares con los que uno no cuenta a priori y que suelen ser una gratísima
sorpresa; en ocasiones incluso mejor que los sitios que ya se tenían en mente.
A continuación quiero compartir con vosotros algunos de esos lugares con los
que de una u otra forma me he ido topando o he ido descubriendo a lo largos de
mis viajes africanos por el Este y Sur del continente y que considero “joyitas” desconocidas. No son lugares de
esos que uno se llevaría a la tumba como secreto inconfesable ya que de hecho
son sitios en algunos casos muy conocidos en sus respectivos países, pero al
ser lugares que normalmente no se suelen ofrecer directamente en agencias de
viaje, etc. y son por ello desconocidos para el gran público, he querido
compartirlos con vosotros. Quizá algunos de ellos si los conozcáis, si no, no
dudéis en incluirlos en vuestros programas de viaje...
Hace unos días dedicaba un post a los Safaris Clásicos en África y
comentaba que había lugares para safari que personalmente me habían fascinado y
no eran tan conocidos, pues bien, consciente de que me dejo muchos, al menos
aquí van media docena de ellos:
Hipos, búfalos y cormoranes en el canal Kazinga, Uganda |
Canal Kazinga (Uganda): Uno da con
él cuando decide visitar el parque nacional Queen Elizabeth, uno de los más
importantes de Uganda. Es un parque grande, dividido en diferentes sectores que
requiere por ello al menos un par de jornadas de safari. El sector Ishasha, por
ejemplo, es célebre por sus leones trepadores y la garganta Kyambura por sus
chimpancés. Una de estas jornadas suele centrarse en la zona de la península de
Mweya, y ahí es donde está el canal Kazinga. Se trata de un canal de casi 40 kilómetros de
largo construido para comunicar el lago George y el lago Eduardo. Un auténtico
paraíso para birdwatching (con suerte se puede ver el pico zapato) en el que se
observan además monos, elefantes, hipopótamos (dicen que la mayor densidad en
África), búfalos, etc. Se recorre mediante safaris en barca de 1-2 horas en la
zona de la desembocadura del lago Eduardo.
Bosque de Kibale (Uganda)
No es un lugar desconocido, ni mucho menos. Se trata del mejor lugar
del planeta para ver chimpancés en libertad, pero a menos que uno vaya buscando
esta actividad de caminata para ver chimpancés, lo normal es que no lo conozca.
Suele incluirse en los safaris por Uganda y si no tenéis muy claro si visitarlo
o no, os recomiendo fervientemente no pasarlo por alto. Se trata de un bosque muy
bien conservado en algunas de sus zonas como bosque primario, célebre por
albergar la mayor densidad de chimpancés y por ser el hogar de otras 12
especies más de primates, además de infinidad de aves y mariposas. Y ya que
estáis aquí no os vayáis sin visitar los humedales de Bigodi, hogar del Gran
Turaco azul.
Lava de Shetani (Kenia)
La colada de lava de Shetani se encuentra en el parque nacional Tsavo
West. Se trata de una gran lengua de lava tipo aa y tipo pahoe hoe (de
aspecto bien diferente, rugoso la primera y suave la segunda) procedente de los
jóvenes volcanes Chyulu y formada hace apenas 200 años.
En la lava de Shetani y sus alrededores inmediatos he encontrado desde
klipspringers (pequeño antílopes de roca que les gusta caminar por este suelo
pedregoso) o monos hasta leopardos en un mismo día. Y por si el paisaje de la
colada y su sorprendente densidad de fauna fueran poco, encima tiene el telón
de fondo hacia el oeste de los volcanes Chyulu y, hacia el sur, del
Kilimanjaro. Brutal.
Playas de Bazaruto
(Mozambique)
Probablemente las playas más paradisíacas de África se encuentren en
este archipiélago del Índico. Muy cerca de la costa continental mozambiqueña,
son el final perfecto para cualquier
viaje. Sobre todo si vais a Sudáfrica. No es un lugar barato ni mucho menos
pero desde el punto de vista natural estas islas son un paraíso para los
cetáceos. Son célebres también por sus dunas y como santuario para el dogón y las tortugas marinas.
Todo el archipiélago es parque nacional marítimo-terrestre con una excelente biodiversidad.
Sinya (Tanzania)
Llegué a él en 2003 de la mano de sus principales valedores, la gente
de Tanganyka Wilderness Camps, que gestionan desde hace años el fabuloso camp Kamby ya Tembo al pie del monte
Kilimanjaro. Un lugar tranquilo en territorio masai, apartado, y donde vive una
de las mayores (y más saludables) poblaciones de elefantes de África, entre los
que se encuentran enormes machos de 7 toneladas. Los paquidermos están dentro
del corredor biológico Kilimanjaro-Tarangire, si bien sus elefantes –buena
parte de ellos residentes- se mueven entre Sinya y los vecinos manantiales de
agua de Amboseli (Kenia).
Addo Elephant (Sudáfrica)
Con este nombre ya habréis
adivinado que la cosa va también de elefantes. En efecto, este pequeño parque
sudafricano (a una hora de Port Elizabeth) presume de poseer la mayor densidad
de elefante del continente. Os confieso que Addo Elephant me conquistó desde el
momento en que puse un pie en él. Un lugar diferente, un parque
marítimo-terrestre que pasa por ser el único parque nacional del mundo donde se
pueden ver los Big Seven, si los Siete Grandes: león, leopardo, búfalo,
elefante, rinoceronte, ballena franca austral y tiburón blanco ¿se puede pedir
más?
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