domingo, 12 de octubre de 2014

Gansbaai, al encuentro del Gran Blanco


A un par de horas de Ciudad del Cabo, el pequeño pueblo costero de Gansbaai se ha convertido en la capital del tiburón blanco. Varias empresas atienden la creciente demanda de los visitantes que quieren tener un encuentro cara a cara con el Gran Blanco.

Existen excursiones que navegan para observar a los tiburones en superficie, pero la experiencia más solicitada consiste en meterse en una jaula y sumergirse frente al más temido de los escualos. Tras un desayuno de bienvenida y un briefing sobre la actividad (no es necesaria experiencia previa ni titulo de buceo. Se facilita el equipo necesario), se navega durante unos 15 minutos hasta las inmediaciones de la isla Dyer antes de echar el ancla y el cebo que atrae a los tiburones. No tardan en aparecer los primeros individuos. Desde la borda de la embarcación observar a estos robustos condrictios de 6-7 metros de longitud es algo difícil de olvidar, pero sumergirse en una jaula junto a ellos, deja sin palabras a cualquier visitante.
 
Entrando en la jaula... 
En el trayecto de ida a la isla recuerdo cómo de pronto algo saltó por los aires. Rápidamente la embarcación detuvo su marcha y todos nos agolpamos en el costado de estribor. De nuevo la silueta negra ascendió por el aire. Se trataba de un tiburón blanco cazando una foca, su alimento favorito. Antes de comérsela, el escualo juega literalmente con su presa lanzándola una y otra vez al aire con una facilidad pasmosa. Un verdadero muñeco de trapo de 150 kilos en manos de una máquina de matar de 1,5 toneladas. La conmovedora escena duró apenas dos o tres minutos más hasta que el león marino desapareció bajo el agua. 

Sumido en el nerviosismo de lo presenciado y conmovido por la crueldad de la escena pero conocedor de la necesidad de que ésta ocurra para el equilibrio de la pirámide trófica, llegamos enseguida frente a la isla Geyser. A estas alturas, cuando apenas ha comenzado la actividad, medio pasaje se encuentra vomitando por la borda… las corrientes son importantes en esta parte del Índico (consejo no ingerir líquidos desde 1 hora antes de embarcar).


Cerca de la isla, la embarcación pone proa contra las olas y echa el ancla. Enseguida se empieza a preparar el cebo con sangre y restos de enormes pescados diluida en agua de mar. El cebo líquido se echa por la borda y el olor a sangre se encarga de atraer a los escualos.

Distribuidos previamente durante el briefing en turnos de 4 personas, los que caben a la vez en la jaula (la capacidad de la jaula puede variar en función de la empresa organizadora), me introduzco junto a mis 3 compañeros de experiencia entre los barrotes y nos sumergimos hasta quedar con la cabeza fuera del agua. El corazón a mil por hora. La otra mitad del pasaje se encarga de suministrar más cebo por la borda… A duras penas creo que fui el único de los 14 que aguantó el tipo sin vomitar!!
 
Con mis compañeros de jaula a la espera de sumergirnos.
El capitán lanza y recoge un segundo cebo con cabezas de atún sucesivas veces para colocar a los tiburones frente a la jaula mientras nos indica el lado por donde se aproxima el tiburón y arrastra el cebo hacia los barrotes a la vez que cogemos aire y nos sumergimos para ver la Gran Blanco bajo el agua. Algunas empresas realizan la actividad con reguladores para aguantar más tiempo bajo el agua. El proceso se repite varias veces, de forma que cada buceador tiene diferentes oportunidades de ver a los tiburones.
Los tiburones no dudan en saltar fuera del agua para atrapar el cebo produciendo el deleite y los gritos de asombro del resto del pasaje en la cubierta. Bajo el agua o desde la cubierta, contemplar 3-4 tiburones blancos nadando en círculos a escasos metros alrededor del barco es algo que no se olvida.

La isla Geyser, donde habita una nutrida colonia de focas, garantiza la presencia de una alta densidad de tiburones en la bahía. Probablemente la mayor densidad de tiburón blanco del planeta. Existen excursiones que se acercan a la isla para fotografiar, con suerte, cómo los tiburones se alimentan de las focas, su presa favorita. Otros grandes escualos presentes en la conocida como “Bahía de los Tiburones” son el tigre, el toro, el mako o el azul.

A pesar de que los mareos son frecuentes y la visibilidad subacuática no es la mejor debido a las partículas en suspensión arrastradas por las corrientes (perdón por la calidad de las fotos bajo el agua...), la experiencia de sumergirse frente a un tiburón blanco no se olvida nunca. Brutal!!

Puedes encontrar más información sobre esta experiencia en mi guía de Safaris Fotográficos en Sudáfrica.
Feliz, tras esta inolvidable experiencia con el tiburón blanco

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