Las islas Galápagos (Ecuador) atraen a los naturalistas como un enorme
imán de la naturaleza. Sin duda uno de los paraísos del mundo que inspiraron en
su día este blog. Este rincón perdido en el Pacífico tiene a Darwin y las
enormes tortugas terrestres o galápagos a sus principales embajadores, pero
cuando uno pisa por primera vez las islas queda irremediablemente enamorado de
sus paisajes volcánicos, de sus playas de arena blanca, y del resto de su
fauna, espectacular en todos los grupos. Las aves, con rarezas como los cormoranes
sin alas, o los reptiles, con iguanas que nadan y bucean en el mar –además de
las mencionadas tortugas gigantes terrestres. Todo en Galápagos es único y
diferente. Un mundo rebosante de endemismos.
Y cuando uno llega a Galápagos se sorprende también por la
presencia de lobos marinos en casi cualquier punto y, se sorprende todavía aún
más, por la indiferencia que muestran ante la presencia humana. Como el resto de los animales, todo sea
dicho. Es por ello que uno puede compartir arena en la playa con algunos de
ellos, ver cómo descansan en las rocas volcánicas, o mejor aún, darse un baño
con ellos. Especialmente con las hembras
y las crías, mucho más jugetonas. Los machos dominantes cumplen su papel de vigilar
celosamente su territorio y harén. Recuerdo con especial cariño los momentos
con los lobos marinos de las Galápagos
en la bahía Gardner de la isla Española, donde hubo sesión de arena y baño
compartido.
En Galápagos se pueden observar dos especies diferentes: el
lobo marino o león marino de las Galápagos (Zalophus
wollebacki), pariente del lobo marino de California, y el Lobo de los pelos. Del primero, el más
interesante desde el punto de vista de la biodiversidad pues se trata de un
endemismo exclusivo de estas islas, quedan aproximadamente unos 50.000
ejemplares y andan estos días con la sangre revuelta, pues está a punto de iniciarse
su periodo reproductor, que va de mayo a enero del año siguiente). A lo largo
del archipiélago existen multitud de puntos donde se pueden observar pero sin
duda los mejores son loberías como las de las islas Floreana o San Cristóbal, también
Isla Lobos (a 1 hora de Puerto Baquerizo Moreno) y la bahía Darwin en isla
Genovesa.
Las islas Galápagos son un verdadero paraíso, la diversidad de su fauna, sobretodo la marina, es alucinante, es uno de esos lugares que hay que visitar al menos una vez en la vida.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Gracias por tu comentario y un saludo
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