Se me ocurren pocos lugares mejores que éste para comenzar el año: la playa de Source d’Argent en la isla de La Digue, a 45 minutos de navegación de Praslin. La Digue es una isla diferente al resto del archipiélago. No existen resorts de lujo ni hotelazos. Sólo pequeños hoteles y pensiones familiares. Por no existir no existen ni coches, pues está prohibida la circulación al tráfico rodado. Sólo bicicletas y carros tirados por bueyes como único medio de transporte. Un ambiente que recuerda al de un destino hippie pues la tranquilidad en la isla es total.
La playa de Source d’Argent es como podéis comprobar en las fotos: ¡la playa! (no confundir con la Leonardo Di Caprio, que esa queda en las tailandesas islas Phi phi), pero si lo que se podría definir como una playa en toda regla. De hecho está considerada en el Top 3 de mejores playas del mundo de cualquier ranking que se elabore. La mejor playa para el diario The Guardian, me queda mucho más cerca: frente a mi casa. Cada mañana (cuando estoy en casa) me levanto frente a la playa de Rodas en las islas Cíes: un lujo que cambié por el ruido de Madrid va a hacer ya cinco añitos.
Pero volviendo a las Seychelles, la playa de Source d’Argent se encuentra en la vertiente suroriental de la isla y no es una sola playa sino una zona formada por playas de diferentes tamaños y a las que se accede a pie o por el agua (el agua por lo tobillos eso si) pues las características rocas graníticas que afloran junto a las palmeras se encargan de delimitar las calas. Algunos definen la isla como una gran roca de 5 x 2 kilómetros . En la playa no hay nada, ni siquiera un lugar donde tomar algo ni ninguna construcción. Es un rincón dedicado al paraíso en estado puro y la playa más fotografiada de Seychelles.
Al otro lado de la suave montaña que vertebra la isla (300 metros altitud en el Belle Vue) , en la cara oeste se encuentra otra magnífica playa: Grand Anse, (encima de estas líneas) mucho más expuesta al oleaje pero de salvaje belleza. Aquí por cierto si hay un pequeño restaurante a pie de playa muy recomendable.
Y entre ambas playas, la Reserva Natural Especial The Veuve, un diminuto retazo de bosque en el que viven los últimos papamoscas del paraíso de Seychelles. Un ave de larga cola y color negro de la que quedan menos de un centenar de ejemplares. Un sendero permite recorrer el bosque en poco más de 20 minutos.
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