viernes, 14 de octubre de 2011

La caldera de Santorini

El pueblo de Oia, colgado a 300 m. sobre la caldera volcánica de Santorini. 

Santorini protagoniza la portada de cualquier revista, catálogo o reclamo publicitario sobre las islas Griegas. Sus casas arracimadas sobre las laderas sobre el horizonte infinito del mar Egeo, casas encaladas de las que sobresalen las pequeñas iglesias de cúpulas azules que tantas veces había visto en reportajes y publicaciones sobre las islas Cícladas. La belleza estética de Santorini, principalmente Fira (Thira) –la capital- y sobre todo Oia es abrumadora, pero mis ojos estaban puestos en otra cosa que en general, los visitantes suelen pasar por alto, al menos hasta que uno está aquí. La naturaleza volcánica de Santorini.
Borde interior sobre la laguna central.
Corte con diferentes estratos de lava.

Hace no mucho tiempo, geológicamente hablando, Santorini era una isla ocupada por un gran volcán central de considerable altura. Algo parecido probablemente a las imágenes que os dejé en este post sobre Tonga, un inmenso cono emergente sobre el azul. Se calcula que fue en el 1650 a.C. (otras teorías manejan la fecha de 1627 a.C) cuando tras la erupción del volcán central éste se colapsó y se hundió dejando al descubierto una inmensa caldera a modo de descomunal paellera. El desplome originó una ola inmensa que arrasó la costa norte de Creta. El fondo de esa caldera se inundó de agua marina y formó al aspecto actual de Santorini. La caldera se fragmentó en algunas partes del borde, que también se hundieron en el mar y sólo quedaron fuera del agua una gran media luna (la isla principal o Santorini) y un par de islas de menor tamaño que cerraban el borde de la circunferencia (Thirasia y Aspronissi). En el centro de la caldera emerge otro islote (Nea Kameni) y el pequeño Palea Kameni que muestran la actividad volcánica reciente con uno de sus cráteres activo (Tholos Naftilos). La disposición de conjunto se entiende mucho mejor en esta foto satélite de Santorini.

La caldera se originó hace unos 3.500 años.


En la isla principal, desde el faro de la punta Akrotiki al sur hasta Oia al norte, se muestra en todo su esplendor el borde interior de la caldera de Santorini, ese borde sobre el que se descuelgan las casas blancas y las cúpulas azules que atraen a miles de visitantes. El borde puede ser recorrido con multitud de asomos a la caldera por la carretera que recorre la parta alta de la isla, a trecientos metros de altura sobre el mar que forma esta laguna central ovalada de unos 12 kilómetros de largo por 7 kilómetros de ancho y unos 400 metros de profundidad. La carretera se abre paso en varias ocasiones entre cortes estratificados de lava en los que es posible observar de cerca piroclastos de diferentes colores.



A Santorini se puede acceder en avión desde Atenas, en crucero (la mayoría de los visitantes) o en ferry desde otras islas como Creta (un par de horas), desde donde yo llegué. En el muelle donde atraca el ferry de Creta por ejemplo se alquilan coches a 25 euros al día (o mejor dicho desde las 10 h. que llega el barco hasta las 18,15 h. que zarpa). El vehículo es la mejor forma de conocer la caldera y la isla principal. Una manera más romántica es hacerlo a lomos de los famosos burros que suben a los turistas desde el puerto de Fira hasta el pueblo.
Nea Kameni, en el centro de la laguna es la isla más joven de Grecia.


Para conocer lo que queda del cráter central, en la isla Nea Kameni, se organizan excursiones diarias (desde Oia o Fira) y con una duración variable si incluyen también parada en Oia, etc. Consiste en el breve traslado en barco hasta la isla, de marcado relieve volcánico, y caminar sobre las lavas aa recientes (siglo XVII) unos 30 minutos hasta el cráter, en el que es posible apreciar de cerca las fumarolas que denotan la actividad actual. La excursión al volcán no lleva más de dos horas en total pero suele combinarse con la visita a otros lugares del archipiélago de Santorini y al final necesitaréis casi el día completo. No dejéis de realizarla en cualquier caso. En el centro de Nea Kameni se encuentra el Tholos Naftilos, máxima altura de la isla con 124 m. altitud. La máxima altura de Santorini son los 369 m. del cerro Mesa Vouno, en el extremo sureste de la isla principal.

Interior del borde de la caldera en Fira.


La erupción del 1.650 a.c se conoce como erupción minoica de Santorini, debido a la coincidencia con esta época prehistórica reciente en la colonización de la isla, y fue una de las mayores que se han registrado en el mundo. Aunque se tiene constancia de erupciones y actividad volcánica en Santorini desde hace 200.000 años, la erupción minoica fue la mayor de cuantas se registraron y la que modeló el aspecto actual de Santorini. Algunos datos que los científicos manejan en aquella erupción fue que se emitió unos 30 kilómetros cúbicos de magma y ceniza. El tsunami fue mayúsculo, el mayor conocido en el hemisferio norte y algunos le atribuyen como causa de la desaparición de la civilización minoica de Creta. A ese ajetreo siguió una relativa calma hasta que en el año 150 a.C la emisión de lava formó las islas de Hierra, Theia y Palea Kameni (palea=viejo y kameni= quemado). En los años 706 a.C y posteriormente en la época actual en 1457 y 1508 la superficie de Palea Kameni se vio aumentada con sendas erupciones. En el siglo XVII una nueva erupción emergió la superficie vecina de Nea (nueva) Kameni, considerada la isla más joven de Grecia. En 1956 Santorini sufrió un terremoto 7,8 escala Ritcher que causó medio centenar de  muertos y graves daños en las poblaciones. La espectacular naturaleza de Santorini, paraíso turístico del Mediterráneo oriental, sigue viva.

1 comentario:

  1. Santorini es una isla preciosa , con todo tipo de paisajes que impresionan a la vista. También tengo un pequeño artículo en mi web, especialmente de la zona de Oía. Saludos,
    Antillanasoy

    ResponderEliminar