En los viajes, incluso los programados al detalle, siempre hay que
dejar margen a la improvisación. Me gusta hablar con los lugareños y tras sus
consejos modificar o incluir visitas a lugares con los que en principio no
contaba. Ahí es cuando salen gratas sorpresas. Mbamba swamp es un claro ejemplo de ello. Tras unos días magníficos
de safari fotográfico en Uganda,
donde no faltaron los gorilas, los chimpancés e incluso la sabana, el último
día decidimos hacer una parada en este humedal a orillas del lago Victoria. De entrada añadió una
nota paisajística hasta ese día desconocida en el periplo viajero por la Perla
de África, como se conoce a este espectacular país del Este de África.
Tras los encuentros con los grandes primates, felinos y paquidermos
pensaba que el cupo de birdwatching lo tenía cumplido tras la navegación por el
canal Kazinga. Craso error. Andaba tras el picozapato, una enorme ave
característica de los humedales que se me resistía. Murchinson falls y la
navegación por el delta es un magnífico lugar para encontrar a esta escasa ave
pero resulta que uno de sus principales lugares de cría se encontraba a un par
de horas de Entebe y Kampala, en los humedales de Mbamba.
Vaya por delante comentaros que el picozapato (shoebill) se me
resistió fotográficamente hablando, pues vi una pareja en vuelo pero a gran
distancia, muy lejos del teleobjetivo. Una pena. No obstante pasé un par de
horas sumido en un paisaje impresionante, envuelto de papiros y nenúfares,
navegando en una pequeña embarcación de madera que me recordaba a los mokoros
del delta del Okavango (Botswana). Si observamos hammerkops, garzas de
diferentes especies, jacanas, anátidas,…, lo dicho una magnífica opción de
media jornada a un par de horas de la capital conociendo uno de los ecosistemas
más representativos del país: los humedales.
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