viernes, 27 de mayo de 2011

Frailecillos en los fiordos orientales de Islandia


Si bien otras especies como el alcatraz, el cisne cantor o el eider cuentan con importantes poblaciones, el Frailecillo es probablemente el ave más emblemática de Islandia. Está presente en diferentes puntos de la isla pero los fiordos orientales, por facilidad de acceso, son uno de los mejores enclaves para observarlos. El frailecillo habita acantilados herbosos en los que encuentra el cobijo vegetal para formar sus nidos durante el periodo de cría, que es cuando está presente en Islandia. Dos son los puntos principales para observarlos en los fiordos del este: la isla de Papey en Djúpivogur y Bakkagerdi. Para la isla de Papel salen excursiones de unas 4-5 horas en total desde el puerto de Djúpivogur.


El segundo de los enclaves es Borgarfjardarhöfn, en Bakkagerdi, en el fiordo Borgarfjördur.
Se llega desde Egilsstadír por la carretera 94 (pista de tierra en buen estado).

Seis kilómetros más delante de Bakkagerdi, por la carretera hacia Höfn (no confundir con la ciudad homónima). Antes de llegar, a la izquierda se ubica un diminuto puerto pesquero Borgarfjardarhöfn y la pequeña colina rocosa que sirve de morada a una numerosa población de frailecillos (Fratercula arcaica) y de fulmar (Fulmarus glaciales). Como buenos amigos se reparten la superficie de esta pequeña elevación herbosa ocupando nichos diferentes: fulmares y gaviotas al sur y frailecillos en el resto del promontorio rocoso (islote unido a tierra por un muelle).


Es probablemente el mejor lugar del país para observar frailecillos por cercanía y fácil acceso. Existe una web con información sobre las diferentes colonias de frailecillos, con información y seguimiento webcam.

En este islote viven 80-100 parejas de fulmar (de los 1-2 millones censados en Islandia), que crían entre el 1 de mayo y el 15 de agosto.



Islandia cuenta con 2-3 millones de parejas de frailecillos. De ellas 10-15.000 viven aquí y se pueden observar en tierra criando (único momento en el que están en tierra) entre el 1 de mayo y 15 de agosto. La mejor hora para verlos es a primera y última del día, pues durante el resto de la jornada la pasan pescando en mar abierto y los alrededores del islote.
En el lugar también se observan eiders entre el 15 de mayo y el 30 de junio (1.000-2.000 parejas de las 200-300 mil existentes en el país). Finalmente también 200-300 parejas de la gaviota Rita (Rissa tridactyla) que anidan entre 1 mayo y 15 de agosto (en Islandia 600.000-800.000 parejas).
La época de estancia de los frailecillos en Islandia coincide con el sol de medianoche ¿por qué no disfrutar de ellos por la noche, cuando están posados en el islote con esta atractiva luz solar?


miércoles, 25 de mayo de 2011

Cascadas del sur de Islandia


Skogarfoss

Islandia está repleta de cascadas y saltos de agua. Quizá sean 8-10 los más famosos –pues algunos de ellos se encuentran a la cabeza en Europa- pero la realidad es que las cascadas se cuentan por cientos. Un buen ejemplo es Gullfoss, de la que ya di buena cuenta en el post anterior. Al norte existen otras cascadas de gran importancia como pueden ser Detifoss y Godafoss, pero en la parte meridional del país se localizan un par de saltos de agua de extraordinaria belleza.



Seljalandfoss.


Cascada Seljalandfoss

Una de ellas, espectacular, es la cascada hasta la que se llega sin problema con un ligero desvío de un par de kilómetros desde la carretera nacional 1 (la célebre Ring Road) a la altura de Seljaland. Ya desde la carretera 1 imponen sus 60 metros de caída, pero cuando uno llega hasta su base se da cuenta de que si ésta cascada no viene ni en los mapas con el tamaño que tiene… cómo serán las demás. En España, gozaría sin duda de algún tipo de figura de protección notable, pero aquí, pasa casi desapercibida entre la espectacularidad de las cascadas islandesas. Esta cascada de Seljalandfoss, muy cerca de otra a su derecha, presenta la particularidad de que se puede cruzar por debajo de la cortina de agua sin riesgo de nada más que una muy fina llovizna. Impresionante para obtener imágenes con una perspectiva diferente.
Hay una empresa local que ofrece rutas en todo terreno por la zona de Pórsmörk y otros lugares del sur. Se llama Southcoast Adventure.

Se puede pasar bajo la cascada Seljalandfoss.


Cascada Skögarfoss
Unos kilómetros más adelante, de nuevo en la Ring Road, se llega a Skögar, donde se encuentra la imponente Skögarfoss, una de las más altas de Islandia.
A la cascada de Skögarfoss se accede de forma libre en vehículo y luego 5 minutos a pie. Por la parte derecha se remonta la ladera hasta miradores superiores pero probablemente la visión más imponente de esta cortina de agua caudalosa y perfecta sea la frontal. Skögarfoss es, con sus casi 70 metros de caída, una de las cascadas más altas de Islandia. Las tres cascadas y algún reguero más que se aprecia desde la carretera descienden de las alturas del Eyjafjallajökull.
Llamará a buen seguro la atención el revoloteo incesante de los fulmares boreales en las inmediaciones de la cascada, donde tienen sus nidos. Estas aves pasan la mayoría del tiempo en alta mar pero vienen a criar a los acantilados costeros o próximos al mar.

Fulmar boreal en Skogarfoss.
Cascada Gulfoss.

lunes, 9 de mayo de 2011

El Círculo de Oro islandés

Gullfoss

El círculo de Oro, es como se conoce popularmente a este circuito turístico formado por el parque nacional Pingvellir, Geysir y la cascada Gullfoss, tres enclaves de suma importancia natural a un paso de la capital, Reykiavik.

Parque nacional Pingvellir
Al norte de Reyjavik (Mosfellsbaer), se toma la carretera 36, en buen estado, para llegar a Pingvellir (41 km.). Unos pocos kilómetros antes de llegar se da vista al enorme lago Pingvallavatn. Os recomiendo una parada en el cercano  Centro de Visitantes del parque nacional Pingvellir, no sólo por la información que siempre se obtiene antes de la visita sino por el mirador que se ubica en sus inmediaciones. Es una magnífica panorámica del fenómeno geológico por el que es famoso este espacio natural protegido: una enorme brecha de 7 kilómetros de largo (fisura de Almannagjá). Se trata de la falla que separa las placas tectónicas europea y americana, la denominada Dorsal de Reyjavik. Un tremendo escalón con varios metros de desnivel propiciado por los movimientos tectónicos que se abre paso en la horizontalidad del paisaje. Un paisaje, por cierto, en el que llama poderosamente la atención la riqueza floral que lo tapiza. El suelo volcánico se caracteriza por una gran fertilidad pero la humedad ambiental permite además el desarrollo de comunidades vegetales únicas que cubren casi cualquier grieta o fisura. Flores de colores y especialmente líquenes y musgos constituyen la alfombra vegetal de Pingvellir. Incluso se desarrollan arbustos. Además de su importancia geológica –única en el mundo-, Pingvellir es un bastión histórico fundamental en la historia de Islandia, pues aquí se reunió el parlamento islandés (siglo X); asamblea de Alpingi.

Falla entre las placas tectónicas

La carretera bordea el lago por el norte ofreciendo bellos paisajes y panorámicas sobre las aguas lacustres y las islas que de él emergen. Existen otros lugares de parada para pasear por la falla y visitar diferentes enclaves del parque como las cascadas. Antes de llegar a Midfell, abandonamos la 36 a la izquierda por una estrecha carretera (365) que más adelante deja de estar asfaltada (aunque tiene visos de asfaltarse en breve) hasta la localidad de Laugarvatn, a orillas de un bello lago, donde se toma la 37 hacia el norte, en dirección a Geysir, nuestra próxima parada.


Geysir
Ya sólo el nombre explica lo que nos vamos a encontrar al llegar a Geysir. En efecto se trata de una zona en el valle de Haukadalur repleta de procesos geotermales e hidrotermales que han bautizado mundialmente el fenómeno por el que se produce una emanación brusca de una columna de agua hirviendo y vapor de agua. “Chorro” que se repite de forma periódica. Un lugar (acceso libre), junto a la carretera, en el que la superficie terrestre se halla repleta de fumarolas, afloramientos de agua (hay más de 600 manantiales termales en Islandia) y géiseres. El más famoso y antiguo del mundo es el llamado Geysir, ya extinto, que alcanzaba 70-80 metros de altura. En la actualidad la máxima atracción es el geysir llamado Strokur, que alcanza 25-35 metros y se repite cada 5-10 minutos para sorpresa continuada de los visitantes. Se trata del segundo geysir en actividad más alto del mundo después del Old Faithful (Yellowstone, USA), con 25-55 metros.

Géiser Strokkur

Al caer al suelo después de la propulsión, el agua se evapora y deja alrededor de la chimenea de expulsión un halo blanco en la superficie debido a los cristales de geiserita. Existe un Centro de Interpretación de los Geysir en el que podéis ampliar la información.

Zona geotermal en Geysir

Gullfoss
El tercer enclave del Círculo de Oro es la espectacular cascada de Gullfoss. A 9,6 kilómetros de Geysir, por la carretera 35 se llega a la “Cascada de Oro” (Gullfoss).
La cascada Gullfoss es célebre por su fácil acceso y proximidad a la capital, y por su forma y enorme caudal, que despeña las aguas del Hvítá, en una singular cascada en forma de L, con 37 metros de caída la primera y 50 metros de profundidad la cascada inferior. Una serie de miradores dispuestos sobre las rocas basálticas permite disfrutar de diferentes panorámicas de ambos saltos. A la senda que enlaza los miradores por la parte izquierda de la cascada (derecha orográfica del río), se accede desde el aparcamiento superior, con restaurante, tiendas e información, o bien desde el parking la caída de la cascada inferior, a la que se llega por la carretera que sale en una curva unos metros antes de llegar al gran aparcamiento superior. Es posible acercarse hasta el borde de las rocas, junto al salto superior, pero cuidado con los resbalones.
Desde el aparcamiento superior, en días despejados, es visible el glaciar Langjökull.

Cascada de Gullfoss

martes, 3 de mayo de 2011

Monos araña en el Lago Atitlán


El paisaje del Lago Atitlán, en el altiplano de Guatemala, ya justifica por si solo el viaje. Un lago enorme, de 130 kilómetros cuadrados, situado a 1.500 metros de altitud que cuenta con tres volcanes de forma cónica perfecta y tapizados de selva que emergen de las orillas de sus aguas azules. Una postal en toda regla.



La propuesta de hoy es conocer a uno de los animales por excelencia de la selva centroamericana: el mono araña (Ateles geoffroyi), mucho más grácil y escaso que el mono aullador (congo o saraguato) otro de los primates que se observan –y sobretodo escuchan- en el espesor de la selva guatemalteca. El mono araña es un mono que se caracteriza por el cuerpo delgado y por la longitud de sus extremidades, y especialmente la de su cola prensil, que utiliza como quinta extremidad. Es un mono esbelto y muy ágil. También muy huidizo por lo que a su reducido número de ejemplares se une su carácter “escurridizo” para observar en libertad. Tienen un área de campeo mayor que los grupos sociales del mono aullador, de forma que pasan el día en los árboles casi sin parar de moverse en busca de su alimento favorito, los frutos maduros. A diferencia del mono aullador, que come hojas, el mono araña ha especializado su dieta en los frutos maduros, de forma que debe recorrer distancias más largas. Su gran amenaza es uno de los males extendidos para la fauna mundial, la fragmentación de su hábitat.



En Panajachel, muy cerca de Sololá, junto al lago existe la Reserva Natural Atitlán, dedicada a la reproducción y estudio del mono araña. Esta reserva, situada en la selva, cuenta además con una serie de senderos para este precioso bosque tropical con la ayuda de puentes colgantes. Una pequeña pero muy estética cascada también tiene su sitio en el recorrido. Son recorridos autoguiados como los que hay en otras instalaciones de la reserva dedicadas a las mariposas y otra fauna del lago: mapaches, tejones, etc. La Reserva cuenta también con hotel ecoturístico en la antigua Hacienda de san Buenaventura y camping. Guardaos una visita en vuestro viaje a Guatemala.