Las iguanas marinas son uno de los valores naturales más importantes de Galápagos. |
Tras
una odisea por medio mundo, el Beagle atracaba en las costas de las islas Galápagos. Lo que iba a
ser una parada más en su periplo viajero alrededor del mundo iba a convertirse
en un antes y después en la biología. Un cambio en el planteamiento, la
filosofía y la mentalidad sobre la evolución.
Tras un mes circunnavegando el archipiélago
ecuatoriano, Charles Darwin decidió desembarcar junto a Covington,
Byone y dos marineros para acampar una semana en la playa de la isla de San
Salvador y allí cambió su vida para siempre. Según sus palabras: “Aquí, tanto
en el espacio como en el tiempo, tenemos la sensación de que estamos algo más
cerca de ese gran acontecimiento –ese misterio de los misterios-, que es la
aparición de los nuevos seres sobre la Tierra ”. Coincido plenamente con él. Nada más
poner mis pies en las islas Galápagos sentí que estaba en otro mundo, en un
cuento donde la naturaleza se muestra como tal, con especies que parecen de
otro tiempo, que no se asustan por nada y que encuentran el hábitat ideal en
estas islas cuya máxima belleza radica en la rareza. Las Galápagos o islas encantadas son diferentes al resto de lugares
que he visitado. Un lugar único en todos los sentidos.
Enorme macho de iguana en Santa Fé. |
Aunque
el despegue de la teoría de la evolución lo basó Darwin en los pinzones que
habitaban las islas, todo empezó en realidad cuando observó seres hasta la
fecha desconocidos y según él, antediluvianos. Tortugas gigantes, cormoranes
sin alas, y unos "seres con aspecto de dragones, más negros que la
lava", y que no dudó en bautizar como “diablillos
de las tinieblas”. Eran en
realidad iguanas marinas y las podían ver bucear, sumergirse durante largos
periodos de tiempo e incluso comer las algas del fondo marino a través del agua
cristalina. Las había a millares, como también sus hermanas terrestres, que no
tocaban el agua.
Aunque tardó un tiempo en plasmarlo en papel
y publicarlo en El Origen de
las Especies, lo observado durante esa semana en la playa de San Salvador
rompió para siempre los esquemas de la biología.
Iguana terrestre. |
Las iguanas marinas (Amblyrhynchus cristatus) son uno de los mayores atractivos del
parque nacional de las islas Galápagos. Son más grandes que sus parientes las
iguanas terrestres con las que sólo hibrida –constituyendo individuos estériles
y de corta esperanza de vida- en la isla Plaza sur. Las iguanas marinas
alcanzan hasta 1
metro y
medio y presentan diferentes subespecies, de diferentes tamaños, en las islas
Isabela, Santa Cruz, Fernandina, San Cristóbal, Santiago, Pinta, Genovesa,
Gardner y Española.
Grupo de iguanas marinas en La Española. |
Las iguanas terrestres presentan en cambio dos especies diferentes (Conolophus
subcristatus) de hasta 1
metro de
longitud y distribuida a lo largo de todo el archipiélago y la iguana
galapagueña (Conolophus pallidus), exclusiva de la isla Santa Fé, y que
puede alcanzar el metro y veinte centímetros. Durante los paseos fotográficos
por las islas las inofensivas iguanas se cruzan y detienen en el camino, ajenas
a cualquier peligro y dejándose fotografiar a nuestro antojo.
En
pocos lugares he tenido la sensación de paz, de calma, que he percibido en
estas islas y gracias a este científico puse mis sueños en este lugar. Thank
you Mr. Darwin.
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