jueves, 8 de septiembre de 2011

Pla de l’Estanyó

Alta montaña glaciar en Sorteny.

Y la tercera de las paradas en este coqueto, por tamaño y belleza, parque natural andorrano, el tercer post en cuestión, está dedicado a las alturas del valle de Sorteny. Una buena muestra de glaciarismo y, lo mejor de todo, de fácil acceso (algo habitual en la montaña de Andorra a diferencia del resto de la cordillera, como comenté en mi Gran Ruta por la naturaleza del Principado). Dos son los lugares en la cabecera del valle glaciar de Sorteny que suelen aparecer en la hoja de ruta de cualquier excursionista (y que si no lo habéis hecho ya, debéis apuntar en la vuestra): la collada dels Meners (2.719 m.) y el pla de l’Estanyó.

Estany en el pla de l'Estanyó.

El primero es la entrada natural al valle por su parte alta, al pie de la imponente montaña del Pic de la Serrera (2.913 m.). Por aquí pasan los senderistas que realizan el GRP. El segundo suele ser la excursión por excelencia en este parque natural de Andorra ¿por qué? Por su sencillez excursionista y sobre todo, por el magnetismo que siempre han ejercido y ejercen las aguas de los lagos de montaña. En las alturas del valle aguarda uno, un magnífico y tranquilo estany encajado en la cubeta glaciar que se ubica en la falda del pic de l’Estanyó (2.915 m.). Se llega como digo sin gran esfuerzo 1 hora media aproximadamente desde el aparcamiento superior del valle, el Cap del Grau, muy cerca del refugio de Sorteny.

Llegada al pla de l'Estanyó.


La subida sigue las indicaciones, en su primer tramo, de la ruta de la las aves y las mariposas. Cuando el sendero se dirige a cruzar el río Sorteny por segunda vez, camino del refugio, se ha de acometer hacia la derecha la subida por el bosque alpino que hemos llevado siempre a esa mano del camino. Si se hace a primera hora es posible encontrarse con rebecos.

Escorrentía procedente del lago.

La subida entre árboles es la más fatigosa y la salida a terreno abierto coincide también con una mayor suavidad en la pendiente. Poco a poco, entre prados repletos de flores y algún pino negro disperso, se gana el pla de l’Estanyó. Sólo resta concluir la marcha hasta el pie del lago.

¡Qué gran lugar para tumbarse y descansar disfrutando de uno de los rincones más bellos de Andorra!



2 comentarios:

  1. Hermosos lugares, la verdad es que Andorra tiene muchos rincones bonitos.
    Un saludo

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  2. Hola kai51, un País pequeño pero de grandes sorpresas naturales. Gracias por tu comentario y un saludo

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