miércoles, 20 de octubre de 2010

Los barcos de Halong ¿Cuál elegir?


Visitar la bahía de Halong es una de las experiencias más maravillosas que uno puede disfrutar. Como está de moda decir ahora, uno de esos sitios que hay que visitar al menos una vez en la vida. No falta razón. Pero no vengo hoy a descubrir los encantos de esta joya vietnamita, de la que ya hable hace unos días, sino a comentar algo intrínseco a la visita: el barco. El junco, a decir más correctamente.

La belleza de la bahía es innegable e incuestionable, pero bien es cierto que buena parte del éxito en la visita se debe a la elección del transporte en el que embarcarse, pues será nuestra casa en los próximos días.
Para situarnos conviene tener en cuenta que existen 200 barcos que navegan a diario la bahía, así que en ocasiones la elección puede no ser fácil. También es cierto que no todos se pueden contratar desde España y cuando uno llega al puerto de Haiphong, las dudas se multiplican. El 5% de los barcos son cinco estrellas o lujo. El precio para la mayoría de los bolsillos occidentales no es demasiado elevado y lo convierte, siempre que se pueda, en la opción más recomendable. En este sentido, las mejores opciones son el Emeraude, el Bhaya Legend, el Indochina Sails y el Jasmine. El Emeraude es un barco bonito –no es un junco-, réplica exacta del que navegó a vapor en estas aguas a comienzos del siglo pasado. Los camarotes son confortables pero el cuarto de baño muy justo.



La estructura de los juncos –barcos de madera y vela- es similar en todos, con camarotes con ventana en la planta inferior, camarotes con balcón en la primera planta –donde suelen estar las suites- y la cubierta superior destinada a tomar el sol o una copa con agradables tumbonas. Son épicos en la cubierta superior los amaneceres y las clases de Tai chi que se imparten para comenzar el día a primera hora de la mañana en sintonía con el entorno. La noche tiene también su magia. En particular si hay luna llena. Vale la pena tumbarse en la cubierta para sentir la bahía bajo un cielo estrellado que parece tocarse con la mano.
La navegación de los juncos es a motor y la vela –que despliegan en la mayoría de los casos cuando están fondeados- es más para la foto. Las excursiones, paradas y actividades –una experiencia bonita es hacer kayak- son similares en todos los barcos. Lo único que varía es el recorrido, que está en función de la duración elegida para el crucero: 4-5 horas, 2 días o 3 días. En realidad 1 simple minuto en este lugar ya justifica el viaje.


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