viernes, 27 de enero de 2012

Atardecer entre zorros voladores en el lago Pichola



Cuando llegué al lago Pichola, en Udaipur, por vez primera no venía buscando naturaleza pero descubrí uno de los mejores atardeceres en India. Un paseo en barca por este lago artificial de aguas mansas es una de las experiencias naturales más sosegadas y relajantes de las muchas que se pueden hacer en un viaje al subcontinente indio.

Zorros voladores de la India durmiendo en los árboles.


¿Y naturaleza? Pues también. Las aguas del lago atraen a diferentes especies de aves como cormoranes o tántalos. En el extremo opuesto a la ciudad se encuentra una isla con un templo de recreo para el mismo maharajá que creó el lago a su antojo y donde, lejos del bullicio de la otra orilla y de las casas de la ciudad que se asoman al lago, las aves gustan de concentrarse en la frondosa vegetación. En realidad son dos islas Jag Niwas y Jag Mandir pero una se encuentra en el centro del lago y ocupada en su totalidad por un espectacular hotel de lujo. Como tantos otros en Udaipur.

Tántalos indios.


Pero no sólo aves. Navegando por el lago para disfrutar de una espectacular puesta de sol comenzaron a aparecer en el cielo una serie de puntos que no paraban de revolotear de un lado al otro. A medida que nos acercábamos los puntos aumentaban de tamaño hasta parecer auténticas gallinas voladoras. Se trataba de zorros voladores de la India, enormes murciélagos que alcanzan 120 centímetros de envergadura y un tamaño corporal de 30 centímetros. Son abundantes y durante el día permanecen colgados en las ramas de los árboles de la orilla. Su gran tamaño les hace inconfundibles.  

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